miércoles, 21 de noviembre de 2007

Día 19

Perdón que tardé tanto en escribirte, anduve enfrascado en mi cabeza. El otro día tuve un sueño, era una casa cualquiera, conocida, aunque no podría precisar cual. Un grupo de personas, amigos y familias sin saber quiénes estaban, juntados en ronda, al estilo fogón de campo. A medida que pasaba el tiempo cada uno tocaba y cantaba, muchos de ellos no sabían tocar y tenían unas voces insoportables, pero se sostenian en el canto y la actitud. Yo en cambio, todo el tiempo dudando entre pedir la guitarra y hacer lo mío o no. No ví como fue el final pero de seguro que yo no tocaba. Eso me molestó. No sé como explicarlo, me sentí impotente, es que acaso yo no tengo voz?. Después me pensé en que yo no quería guitarrear, quería decir algo importante. Lo cual era mucho peor, me convertí en un niño que sólo quiero lo mejor o no quiere nada. Nunca me voy a entender, por eso será que te extraño tanto. Ya no sé lo que extraño, sé que hay algo pero no entiendo cuál puede ser ese nombre, palabra o evocación. Estoy perdido, lleno de celos y estupideses. Con Z estámos bien, con X y Y va en camino, pero me preguntó que será de mí cuando a X le pase lo que ya es un hecho, cómo voy a soportarlo, por qué me preocupa tanto, puedo ser tan enfermo?. Tengo ganas de contarte mejor pero no puedo. Te quiero, como siempre
tuyo

No hay comentarios: