Con Z las cosas mejoran. Ayer a la noche no paso más que unos toqueteos disimulados, su cola como manzana al desnudo porque el médico, por suerte, gracias doctor, le ordenó dormir sin bombacha. A la mañana, con la promesa de sexo a cuesta me levanté caliente como un perro y encaramado a ella comencé a bombear de manera grosera su cuerpo. Es verdad, fuí muy deprisa, calma me repetía pero no había caso yo seguí. Sentí su cuerpo adormecido, no humedo y rosante sino gris y dormido. Pare. Me detuve, me tire a un costado y Z comenzó a pajearme, corrí su mano que sólo me estiraba la piel del pene sin mayor goce como en un trance, mi mano rápida despierta y acostumbrada terminó el trabajo con una acaba de tercer grado. Estallé un poco, no mucho y se quedó parada, cerré los ojos, dormí.
En otro orden de cosas sigo pensando en vos. Hoy no hay ensayo, parece. Una pena. Día de perdón para Y. Si yo tendría un día del perdón duraría por lo menos tres meses y 15 días, mínimo, fija.
Estoy escribiendo un poema, tardo en demasía. El poema dice así:
demian
Como si fuera verano
perder la cara de tanto espanto contra el sol
Devolver temprano los juguetes de mi primo
sin ningún diente clavado en la mano del muñeco…
Estoy diciendo lento las palabras que oyeron otros
como un teléfono descompuesto con la misma gallardía que aquel jugador de cuadro chico que mete un gol en estadio lleno y una multitud lo mira en la cara con el mismo fervor que aquel que una vez arrojada la molotov que tenía en sus manos se esconde tras las gomas de un auto para ver el cuerpo ardiente del caballo policial
Voy arrastrando por el piso
el destino de huérfano
que nunca he tenido.
No se qué cara tiene la maldad
Pero debe ser un rostro humano
A lo mejor,
una abuela manoseando
a la hora de la siesta
a su nieta
igual aún no está terminado sobre todo por dos palabras que están ahí en juego y no cierran. Una es gallardía que me gusta su pose pero no sé si corresponde y fervor que me parece directamente desacertada, erronea. Pero las dejo en puntitos a ver si con el tiempo se me prende la lamparita- je, aunque eso nunca sucede.
te extraño, repito
hola
te extraño,
estás ahí
o sigo hablando solo.
saludos
viernes, 21 de septiembre de 2007
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